miércoles, 12 de marzo de 2014
PREGUNTAS ACERCA DEL DESARROLLO DEL LENGUAJE EN EL PREESCOLAR
¿Que caracteriza a un buen maestro de lenguaje?
Un maestro de
lenguaje debe caracterizarse por su profesionalismo, entusiasmo, por ser un
orientador y estar en constante formación, por conocer acerca de los
lineamientos que cobijan su actuar, de la realidad que rodea a sus alumnos y
las características del contexto; por ello un buen maestro debe estar dispuesto
a adaptarse a las necesidades especiales de sus alumnos, entendiendo que los
niños pueden aprender de diversas maneras y a diversos ritmos; el buen maestro
hace uso de los recursos mínimos, sacando el máximo provecho, se preocupa por
conocer los intereses de sus alumnos para abordar las temáticas de una manera
creativa que le permita acercarse a los niños apoyado en sus gustos. Es además
un buen relator de cuentos, que propicia el ambiente de lectura y de escritura,
que permite la creatividad e imaginación, y lleva a los niños de la mano para
que través de la cotidianidad aprendan
contenidos.
Además debe
desarrollar una pedagogía activa en la que los procesos de enseñanza-aprendizaje
sean significativos para sus alumnos, sin olvidar el desarrollo del niño a
través de sus dimensiones, ayudándole al menor con herramientas que le permitan
ser quien construya conocimientos a partir de sus conceptos previos. Un buen
maestro de lenguaje aborda la evaluación de manera integral, autoevaluándose
también para determinar el éxito de su labor pedagógica y establecer los
cambios de llegar a ser necesario.
Un buen maestro toma
en cuenta sus habilidades comunicativas y las de sus alumnos, sabe hablar pero
también sabe escuchar, es reflexivo y flexible en su actuar pedagógico, innova
en sus actividades y en sus propuestas de aprendizaje, se compromete con el
cambio social y hace uso de los recursos que la tecnología tiene a su alcance.
Como soporte de esta temática, consultar el siguiente enlace: http://www2.fe.ccoo.es/andalucia/docu/p5sd6267.pdf
¿Por qué la lecto-escritura no es sólo
un asunto pedagógico sino también un asunto ministerial?
La
lecto-escritura es un asunto ministerial ya que en nuestro país este organismo
es el primero en disponer la normatividad en el área educativa, además a través
de sus directrices y de conformar un grupo multidisciplinario se han logrado
establecer los fundamentos y requisitos claves para la educación de los
diversos grupos o niveles educativos, desarrollando los enfoques que se deben aplicar
en las aulas, en las que los docentes son quienes deben adaptar las mismas a
las necesidades particulares de la población que cubren.
En
manos inicialmente del ministerio de educación se encuentra efectuar investigaciones
acerca de las prácticas pedagógicas que se ejercen en el país y dar las
directrices que favorezcan nuevos métodos de enseñanza y planes que favorezcan
los procesos de enseñanza-aprendizaje y desarrollo de los procesos de lecto-escritura. También está en sus manos la divulgación de material que apoye los
procesos educativos tomando en cuenta la diversidad cultural que se encuentra
en el territorio para llegar asertivamente a la mayor cantidad de población
posible.
Por
ejemplo a partir del nacimiento de la Ley 115 de 1994 o Ley general de
educación, el gobierno dispone que la educación esté al servicio de los niños,
proponiendo orientar las actividades tendientes a una formación integral de los
menores. Ejemplo este de como a través del ministerio de educación se disponen
las acciones tendientes a lograr los fines de la educación, de la mano de la
calidad que garantice las herramientas y medios necesarios para que los
lineamientos y estándares fijados sean alcanzados por la población en edad
educativa.
Además
a partir de las directrices se debe fortalecer la capacidad tecnológica, los
recursos educativos, los programas en pro de la lecto-escritura, acciones
investigativas y los demás mecanismos que permitan estar a la vanguardia en
educación; tal como lo ha mencionado Silvia Shmelkes (2002) “Es importante que el docente y el
administrador educativo, así como quienes elaboran las políticas nacionales de
educación, centren su valor en valores fundamentales para el adecuado
desarrollo social: justicia, equidad, democracia, responsabilidad social y política
de las instituciones educativas, respeto y valoración de las diferencias,
autonomía progresivamente mayor de la institución escolar y una visión
proactiva de la educación hacia las necesidades de la sociedad” . (Hacia
una mejor calidad de nuestras escuelas, Colección serie educativa)
¿Cómo el binomio padre-escuela ayuda
a construir sentido a los actos comunicativos en el preescolar?
Este
binomio de trabajo es indispensable para lograr una educación de calidad e
integral, ya que los dos brindan componentes importantes para el acto
comunicativo del niño, en manos de la familia está el desarrollo del lenguaje
primario del niño, ya que este aprenderá por imitación sus primeras palabras,
los dos agentes educativos son indispensables para crear ambientes de aprendizaje
significativos , enriqueciendo la cotidianidad del niño con las vivencias y la
construcción de significados para el acto comunicativo.
Tal
como se menciona en el texto Propiciar el desarrollo de la creatividad con miras
a la solución de problemas: “Es
indispensable que padres y profesores dediquen tiempo suficiente y quieran a
sus hijos y alumnos, de esta forma, tendrán una mejor disposición para estudiar
y crear”, lo que nos lleva indudablemente a pensar en la importante labor
de estos dos agentes en el proceso de construcción de los sentidos en actos
comunicativos.
Ha
de recordarse que el proceso de comunicar no es un acto que inicie de un
momento para otro, como bien se dice un proceso lleva etapas y estas no se dan única
y exclusivamente en casa o en la escuela, es un asunto continuo en el que se
complementan la labor de la familia y la de los docentes, es importante
recordar que los niños cuentan con conocimientos previos que han sido
construidos desde el hogar, en donde básicamente se han cultivado los procesos
a través de las canciones, cuentos, relatos de vivencias, juegos, descripción
de fotografías, y otros actos simples y complejos en los que los niños
adquieren un lenguaje sencillo que le permite expresar sus emociones; ya cuando
el menor llega a la escuela estos actos son más elaborados, y orientados a la
formación académica en la que los niños construyen sus conocimientos en base a
estas vivencias pero de una manera más elaborada.
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